El género Cándida incluye más de 150 especies, de las cuales solo unas cuantas causan enfermedad en seres humanos. Estafadores Excepciones Raras, los Patogenos para Seres humanos hijo C. albicans , C. guilliermondii , C. krusei , C. parapsilosis , C. tropicalis , C. lusitaniae , C. dubliniensis y C . glabrata . De naturaleza ubicua, estos microorganismos se encuentran en objetos inanimados, alimentos, animales y comensales normales de los seres humanos. Habitante en el tubo digestivo, en el aparato reproductor femenino y en la piel. Con la introducción de antimicóticos,
La candidiasis invasiva (CI) es la enfermedad fúngica más común entre los pacientes hospitalizados en países en vía de desarrollo. Comprende tanto candidemia como candidiasis de tejidos profundos. Generalmente se ve como el tipo más común de la enfermedad y representa la mayoría de los casos incluidos en ensayos clínicos. La candidiasis profunda se presenta ya sea por diseminación hematógena o por inoculación directa de las diferentes especies de cándida a un sitio estéril, como la cavidad peritoneal. La mortalidad entre los pacientes con candidiasis invasiva alcanza un 40% y en neonatos y niños hasta un 15% (del Palacio, Villar & Alhambra, 2009), incluso cuando los pacientes reciben terapia antifúngica. Además,
La candidiasis invasiva es una de las tantas presentaciones que existen de las infecciones por Cándida. Candidiasis localizadas en diferentes órganos internos y la Candidiasis Diseminada (CD) ya sea aguda o crónica. Las principales rutas de invasión de la levadura son vía catéteres endovenosos y por penetración a través de la mucosa intestinal, esta última involucra a las especies que forman parte de la microbiota gastrointestinal. Como mencionamos antes, la candidemia en el hallazgo del hongo en muestras de hemocultivo, sin cambios inmunológicos en el huésped y en ausencia de compromiso visceral; Puede ser transitoria, por un hemocultivo positivo aislado, o persistente, por hemocultivos positivos repetitivos. En la mayoría de los casos, La desaparición de la función se obtiene retirando el catéter y el paciente no presentan los factores de inmunosupresión añadidos. La candidemia en inmunosuprimidos, en particular neutropénicos, siempre debe considerar como infección potencialmente grave, el riesgo de muerte elevada. Es más frecuente en pacientes con enfermedades hematológicas malignas (Biasoli, 2011).
La candidiasis profunda localizada es una infección focal que se produce en muchos casos por siembra hematógena. El compromiso visceral afecta a un único órgano citando como los más frecuentes: pulmones, riñones, sistema nervioso, hígado, etc. (Biasoli, 2011). En todos estos casos es necesario demostración de la presencia del hongo en tejidos comprometidos a través de estudios histopatológicos.
La candidiasis diseminada (CD) es una infección con múltiple localización visceral demostrable por biopsia o necropsia. Está habitualmente acompañado por una respuesta inmunológica del huésped (si esta es inmunocompetente). En la CD aguda los pacientes presentan fiebre persistente que no responde a antibioterapia, otros síntomas hijo mialgias, fallo renal, lesiones nodulares cutáneas, en algunos casos endoftalmitis, meningitis, abceso cerebral, miocarditis, neumonía y más tardíamente artritis séptica. En la CD crónica es casi exclusivamente observada en pacientes neutropénicos (Kullberg y Arendrup, 2015). Se manifiesta frecuentemente después de la recuperación de un trasplante de médula ósea cuando el paciente presenta una fiebre persistente que no responde a los antibióticos.
Existen diversos estudios donde la diabetes mellitus (DM), hemodiálisis, nutrición parenteral e inmunosuprimidos (VIH / SIDA), quimioterapia, corticoterapia tenía una prevalencia de CI del 78%, mientras que en los que no tenían esta combinación de (Palacio, Alhambra y Cuetara, 2010). Los pacientes pediátricos que tienen el riesgo de una CI son los neonatos con los factores de riesgo como la intubación, los catéteres intravasculares, el peso bajo al nacer (<1.500 gr) antibioterapia aunada a su inmadurez inmunológica. Por otra parte, la población infantil con riesgo también de una CI, los niños con enfermedades oncohematológicas, los receptores de transplantes (hígado 90%), los alimentos con nutrición parenteral total (NPT) y fallo renal (del Palacio, Villar & Alhambra, 2009).
Las especies no- albicans representan casi 50% de todos los casos de candidemia y de la candidosis de diseminación hematógena. La identificación de este cambio es de importancia clínica, porque varias especies difieren en susceptibilidad a los nuevos antimicóticos. En países desarrollados, donde se utilizan los tratamientos farmacológicos, el género Cándida se encuentra entre los patógenos más comunes (Longo, Fauci, Kasper & Hauser, 2012).
En Pacientes Pediátricos Mexicanos, las Infecciones causadas por C. albicans predominan en la Mayoría (64%), Seguido de C . tropicalis (26%), C . Glabrata (6%), C. parapsilosis (2%) y el resto el 2% (Martínez Garnica, Jiménez Jiménez, Ramírez Guerrero y López Martínez, 2015). En Pacientes Adultos Mexicanos, C. albicans Predomina En un 62%, C. glabrata En un 12%, C. tropicalis ES 7,5%, C . Parapsilosis 7,3%, C. krusei 2,7% y el resto <1% (del Palacio, Villar & Alhambra, 2009).
En la población pediátrica española la especie C. parapsilosis representa el 43% seguido de C. albicans con un 36%; El resto engloba principalmente C. glabrata, tropicalis y krusei. (García-Rodríguez et al., 2013). En Pacientes Adultos españoles El Hongo Más frecuentemente Aislado en Sangre ES C . albicans (40-75%), Seguido de C . Glabrata ó C. parapsilosis (25%) según las áreas geográficas, C. tropicalis (10%) y con menor frecuencia C. krusei, C. lusitaniae y C. guillermondii (Gómez, García Vázquez, Hernández, Espinoza y Ruiz, 2010) .